Recordemos que los perros son unos grandes dormilones, los cachorros, perros mayores o los de mayor tamaño pueden llegar a dormir bastante más de medio día. Por eso, resulta importante elegir la cama y ubicación correcta en la casa para que nuestra mascota goce de un buen estado de salud y un buen sueño.
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Debemos observar a nuestro perrito, ver si duerme en el sillón o sobre el piso para identificar si le gustan más los lugares mullidos y suaves o más bien firmes. También debemos saber que para los más viejitos es preferible buscar una cama donde nuestra mascota pueda entrar y salir fácilmente. Si tenes un perro tímido o nervioso, puede que le convenga una cama bien mullida o acolchada para que pueda refugiarse y sentirse bien seguro.
Si bien muchos perritos duermen en nuestra cama lo ideal es que tengan su propio espacio, esto nos va a permitir a nosotros llevar la cama a otros ambientes para que siempre estén cómodos, protegidos y acompañados.
Las camas antiestrés proporcionan un efecto de seguridad y tranquilidad para nuestro perro. Lo ayudan a aliviar la ansiedad y a dormir mejor. Para esto son ideales las camas con bordes más grandes.
Se debe buscar en el hogar un lugar tranquilo, donde el ambiente no sea estresante, se deben evitar los espacios ruidosos o con mucho tráfico de personas, tampoco debemos colocarlas cerca de la entrada principal o en un pasillo ya que en esos lugares estará constantemente alerta y no podrá dormir profundamente.
El espacio debe tener un clima templado (ni frío o caliente), sin exposición a mucha luz y ruido
Idealmente, el tamaño de la cama debe tener siempre entre 15 a 30 cm más que la longitud que tiene tu perro desde la nariz a la cola, y por supuesto más ancha también. El espacio extra sirve para que el animal pueda acomodarse y sentirse cómodo.
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