El ruido de las llaves del coche o el uso de la palabra paseo o salida puede provocar en muchos perros un éxtasis de felicidad, suelen mover la cola y dar saltos de alegría, cosa que no debería pasar dentro del automóvil ya que puede ser peligroso para el conductor y los ocupantes.
En primer lugar recordemos que los perros son grandes exploradores, nuestra mascota percibe el mundo por los olores mediante su nariz, por eso les encanta sacar la cabeza por la ventana, reciben mucha información a gran velocidad. También algunos especialistas sostienen que disfrutan del auto por que van junto a su familia, su manada.
Lo ideal es pasear al perro unos minutos antes de la salida en el auto para que realice un poco de ejercicio, debemos evitar darle de comer, llevar siempre algo de agua con un recipiente para las paradas y algún juguete.
El perro debe ser considerado como un pasajero más, debido a esto debe tener su propio cinturón de seguridad, arnés o pretal, para evitar que no se mueva mucho y para minimizar el riesgo de lesiones o daños en el caso de algún accidente.
Al igual que nosotros el perro debería al menos bajar del auto a estirar y caminar cada dos horas. Podemos aprovechar estos espacios para que tome agua y se relaje un poco.
Cómo lo ideal es que el perro en el auto tenga su propio lugar es recomendable tener un bolso transportador o butaca que también pueda sujetarse del cinturón de seguridad, este manera no solo vamos a llevar a nuestra mascota más cómoda y segura. Vamos a evitar dañar o ensuciar el tapizado del auto ya que en algunas ocasiones el movimiento puede generar pequeños vómitos.
Las fundas protectoras también pueden ser una buena opción para proteger el tapizado si nuestro perrito sube con las patas sucias o mojadas.
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